El alcohol también es una droga
Diciembre es un mes de celebración en casi todo el mundo. Es el momento en que la gente se reúne, intercambian regalos y todos parecen estar muy contentos o buscan estarlo. Sin embargo, hay muchas personas que están pasando por momentos difíciles en su vida, sienten tristeza, melancolía o soledad y buscan el principal evasor de estas emociones, encontrándola en el alcohol.
De conformidad con la Organización Mundial de la Salud, una droga se define como:
“toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce de algún modo una alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y además es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas”.
Por lo tanto, las bebidas alcohólicas entran en esta categoría.
Es por lo que, al tomar una sola copa, baja la capacidad de percepción, de estar alerta y más cuando se excede en el número de copas. ¿Qué significa una cantidad excesiva de alcohol? Diversos especialistas han establecido la siguiente medida:
- Hombre menor de 65 años que toma 15 tragos o más a la semana, o a menudo toma 5 tragos o más en una sola ocasión.
- Mujer u hombre mayor de 65 años que toma 8 tragos o más a la semana, o a menudo toma 4 tragos o más en una sola ocasión.
- Un trago se define como: cerveza de 12 onzas (355 mililitros); vino 5 onzas (148 mililitros) y; trago de licor 1.5 onzas (44 mililitros).
El alcohol, como la definición de droga lo indica, es susceptible de crear dependencia y tolerancia. Es decir, una persona que comienza bebiendo un par de copas de manera cotidiana a menudo aguanta más y más hasta que se vuelve una adicción.
La adicción no es una enfermedad incurable. Es simplemente una condición que hay que eliminar. Este tipo de adicción trae consecuencias desagradables y hasta fatales a la persona que abusa constantemente del alcohol, así como a las personas que lo rodean.
Basta una sola ocasión de beber en exceso para que la persona cambie el rumbo de su vida. De conformidad a las cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2013, México ocupó el séptimo lugar en muertes por accidentes de tráfico a nivel mundial. Es decir, se estima que alrededor de 24 mil personas mueren al año a causa de accidentes de tránsito relacionados con el consumo excesivo de alcohol.
En este mismo sentido, basta una sola ocasión de haber bebido en exceso para que una chica cambie el rumbo de su vida con un embarazo no deseado, abuso sexual o enfermedades de trasmisión sexual.
La violencia y los conflictos en el hogar son mucho más probables cuando un miembro de la familia abusa constantemente del alcohol. Los más afectados suelen ser los niños que crecen en hogares así, pues presentan más problemas escolares por conducta y rendimiento escolar que aquellos cuyos padres no tienen problemas de adicción al alcohol.
Por lo general, las personas comienzan a beber por una aceptación social y, desafortunadamente, el inicio se presenta cada vez a más temprana edad. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol se asocia como un mecanismo para enfrentar la ansiedad, depresión, tensión, soledad, duda, timidez, miedo, infelicidad, entre otros.
El abuso prolongado de alcohol puede conllevar diversos problemas de salud y otros del tipo social, convirtiéndose en una situación crónica y progresiva, tales como:
- Dependencia al alcohol, es decir, que la persona constantemente tenga un consumo excesivo, no pueda dejar de beber y que su entorno social, familiar, laboral y escolar se haya visto afectado.
- Sangrado de estómago o esófago.
- Inflamación y daño en el páncreas.
- Daño al hígado. De conformidad a las cifras presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 35.5% de las muertes totales en México para 2018 fueron las enfermedades alcohólicas del hígado.
- Desnutrición y/o aumento de peso.
- Cáncer: esófago, hígado y colon.
- Problemas cardíacos por la susceptibilidad de presión arterial alta que provoca el alcohol.
- Congestión alcohólica que, de no atenderse a tiempo, puede causar la muerte.
- La mujer embarazada que bebe en exceso tiene mayor riesgo de abortos espontáneos, que su bebé presente síndrome de abstinencia al nacer, así como un hijo con problemas de conducta o algún tipo de discapacidad intelectual o motriz.
- Depresión, ansiedad, baja autoestima e incluso suicidios.
- Problemas de erección.
- Infertilidad.
- Caídas, ahogamiento y otros accidentes.
- Problemas al relacionarse con los demás (divorcios, violencia doméstica, violencia callejera, pérdida de amigos o familia).
- Bajo rendimiento académico o deserción escolar.
- Abandono laboral o incapacidad para desempeñar adecuadamente un trabajo.
México se identifica como un país con un problema social a consecuencia del abuso y dependencia del alcohol. De conformidad a las cifras presentadas por la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, el consumo excesivo de alcohol aumentó en un 60% entre la población de entre los 12 y 65 años de edad para el periodo 2011 - 2016.
Ahora bien, 2020 ha sido un año bastante complejo para el mundo entero. Estamos pasando a través de la pandemia por COVID-19 y su confinamiento, el cual ha durado casi todo el año. Este confinamiento ha cambiado drásticamente las relaciones sociales, dejando en asilamiento a la mayoría de las personas.
Este aislamiento ha conllevado mayor depresión, ansiedad, tristeza, miedo e incertidumbre. Situación que se ha visto reflejada, entre otras cosas, en el aumento del consumo de alcohol de hasta en un 63%, conllevando además un mayor índice de violencia intrafamiliar y suicidios.
Aunado a lo anterior, durante la época decembrina se incrementa a más del doble el consumo de alcohol entre todos los festejos con amigos, compañeros de trabajo y familia. Sin embargo, este año es complejo y a pesar de que se le pide a la población no reunirse para evitar contagios, sí se prevé que el consumo de alcohol se siga incrementando.
En nuestra sociedad y en nuestra cultura existen demasiados agentes que invitan al consumo excesivo de alcohol, además de que su venta y costo hacen muy fácil su obtención. A pesar de ello, se deberían hacer más campañas de concientización sobre el alcohol como una droga, sus riesgos y costos sociales.
“Las personas que toman alcohol no están alertas. Este deteriora su habilidad para reaccionar, incluso cuando les parece que están más alertas gracias a él. … No dejes que alguien que ha estado bebiendo te conduzca en un automóvil o avión. Beber puede llevarse vidas en más de una forma… No permitas que el exceso termine en infelicidad o muerte. Impide a las personas beber en exceso”. L.R.H.