El letal pasó de la experimentación a la adicción
El cerebro se encuentra en pleno proceso de desarrollo y maduración durante la adolescencia, produciéndose muchos e importantes cambios tanto en su función como en su estructura.
Aparece un conjunto de comportamientos como parte de este proceso entre los que se destacan la toma de decisiones riesgosas e impulsivas y la búsqueda de nuevas sensaciones (aventuras). Entonces, no solo los adolescentes son mas propensos, con mayor facilidad que los adultos, a pasar de la simple experimentación a la adicción, sino que también el el consumo repetido de sustancias y el inicio temprano producen efectos importantes sobre la maduración de sus cerebros que, de no revertirse, tendrán un impacto negativo en etapas posteriores de su desarrollo.
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Consecuencias para la salud
Las drogas acarrean para la salud psíquica y física de los consumidores una serie de consecuencias perjudiciales; al encontrarse en una etapa de desarrollo y de formación del hombre adulto, sin embargo, en los adolescentes estas consecuencias son más graves:
- Daños cerebrales: Alteraciones neuropsiquiátricas, neurotoxicidad (muerte de neuronas), riesgo de infarto cerebral, etcétera.
- Daños cardiovasculares: Como hipotensión y alteración de la frecuencia cardiaca, taquicardia e hipertensión, riesgo de angina de pecho e infarto de miocardio, hemorragias cerebrales, arritmia, cardiopatía isquémica.
- Daños en el aparato respiratorio: Sobre todo asociados al consumo de cannabis (bronquitis, enfisemas pulmonares, etcétera).
- Otros daños en el organismo: problemas dentales, pérdida de olfato, sinusitis, perforación del tabique nasal, insomnio, convulsiones, insuficiencia renal, rabdomiólisis (necrosis del tejido muscular que provoca la liberación de contenidos de las fibras musculares y que provoca fuertes mialgias), coagulopatía, insuficiencia hepática, etcétera.
Daños psicológicos: Trastornos de la concentración, la memoria y el aprendizaje (lo que deriva en fracaso escolar), reacciones de pánico y de ansiedad, trastornos psicomotores, aumento de la depresión, brotes psicóticos, desarrollo de esquizofrenia (en personas con predisposición), etcétera.