Ketamina y el Agujero K
La ketamina es un anestésico derivado de la fenciclidina, de acción ultracorta y disociativo. Para el manejo del dolor es muy útil por sus propiedades anestésicas, sedantes, amnésicas y analgésicas. Fue desarrollado en la década de los 60´s y comercializado décadas después para uso médico y veterinario.
De conformidad con el diccionario del Instituto Nacional de Cáncer, una substancia psicotrópica es aquella que afecta el funcionamiento del encéfalo y provoca cambios en el estado de ánimo, la percepción, los pensamientos, los sentimientos o el comportamiento. En este sentido, la ketamina entra en esta descripción.
Nuestra legislación regula el uso de la ketamina en la fracción III del artículo 245 de la Ley General de Salud, situándola en el listado de las substancias psicotrópicas con un valor terapéutico, pero que constituyen un problema para la salud por su propensión al uso ilícito para fines recreativos. En este sentido, su prescripción requiere de receta médica o veterinaria sujeta a protocolos de fiscalización.
La ketamina es un medicamento que ha salido de un uso legal para paliar el dolor, para convertirse en una substancias psicoactivas de uso recreativo. La propiedad disociativa ha sido muy atractiva para las personas que hacen de las drogas un uso y abuso por su capacidad de equiparar los efectos alucinógenos del LSD en dosis altas.
La ketamina para su uso recreativo tiene diversos nombres populares, tales como: Keta, K, special K o cat Valium.
Por lo general viene en presentación líquida o en polvo, por lo que los abusadores la pueden esnifar como cocaína, fumar, tragar o inyectarse por las venas. Asimismo, es muy común que esta substancia psicoactiva se utilice en una forma de policonsumo, es decir, se mezcla con otras drogas para potencializar los efectos. Por ejemplo, la combinan con cocaína o la mezclan con marihuana dentro de un cigarrillo, de ahí que esta práctica conlleve un doble riesgo por los efectos colaterales de las substancias utilizadas.
Por su acción ultracorta comienza a hacer efecto entre 10 y 20 minutos después del consumo. Lo primero que aparece es la sensación de disociación, después un estado de inconciencia y finalmente una amnesia intensa. La acción de la ketamina tiene una duración alrededor de dos horas, no obstante, este tiempo puede variar en un policonsumo.
En dosis bajas actúa de manera directa en el sistema nervioso central en una forma disociativa, es decir, la persona parece estar desconectada. Sin llegar a ser una alucinación, las personas distorsionan las percepciones visuales y auditivas, así como, producen sentimientos de aislamiento o disociación del medio ambiente y de sí mismos.
Efectos de la ketamina en dosis bajas o moderadas:
- Nauseas o vómito
- Boca reseca
- Dificultad para orinar o necesidad de orinar con frecuencia
- Alteración de la atención y de la memoria
- Visión borrosa
- Dificultad para respirar por la sensación de falta de aire
- Confusión
- Ansiedad y aturdimiento
- Urticaria, picazón, erupción
- Transpiración
- Demasiada emoción, sentirse inquieto o nerviosismo
- Cansancio o debilidad inusuales
La ketamina con un uso ilegal tiene la facultad de generar tolerancia, es decir, que la persona se habituará a la dosis y requerirá una mayor cantidad de la substancia para lograr el efecto deseado. En este sentido, la capacidad para generar dependencia y adicción es muy alta.
Al fenómeno de dosis altas se le conoce con el nombre de agujero K, caracterizado por una percepción distorsionada del cuerpo, del entorno y de la noción del tiempo, como consecuencia de la despersonalización y de la disociación. Con una dosis mayor estas sensaciones se intensifican dando lugar a delirios, alucinaciones y un alejamiento del mundo más pronunciado.
Algunos usuarios han manifestado que el fenómeno del agujero K es similar a una experiencia cercana a la muerte al sentirse muy lejos del cuerpo, incluso, han sentido que suben y se separan de sus propios cuerpos.
Efectos que ponen en peligro la vida de los consumidores de ketamina en dosis muy altas:
- Orina con sangre o turbia
- Labios, piel o uñas pálidos o azulados
- Problemas para tragar
- Temperatura corporal elevada potencialmente mortal
- Dolor, malestar u opresión en el pecho
- Frecuencia cardíaca rápida
- Pérdida de control
- Delirios de persecución y paranoia
- Comportamiento hipersexual
- Frecuencia cardiaca irregular, así como presión arterial elevada
- Alucinaciones (agujero K)
- Párpados, cara, labios o lengua hinchados o hinchados
- Convulsiones
- Coma
- Muerte
Cuando una persona está experimentando una intoxicación como consecuencia de una sobredosis de ketamina, además de llamar a los servicios médicos de la localidad, se deberá procurar un ambiente tranquilo. Esto debido al probable desconocimiento de las substancias ingeridas en un policonsumo y sus posibles efectos secundarios.
Además de todos estos efectos señalados, independientemente de la dosis ingerida, el uso y abuso de la ketamina puede implicar ciertas consecuencias a largo plazo, tales como:
- Enfermedades de trasmisión sexual, VIH-SIDA o embarazos no deseados por el comportamiento hipersexual.
- Hepatitis C y VIH-SIDA por el mal uso de las jeringas entre los usuarios que prefieren una vía intravenosa.
- Estar involucrado en delincuencia organizada relacionada al robo de farmacias y veterinarias.
- Violencia familiar y social debido al comportamiento alterado como psicosis, ansiedad o delirios de persecución.
La prevalencia por consumo de ketamina en México aún no representa una substancia psicoactiva de alto impacto como lo es la cocaína, marihuana o el cristal. No obstante, alertar de manera temprana sobre el uso y abuso de esta substancia podrá contribuir a disminuirla, toda vez que la prevención es el arma más poderosa contra las adicciones.
En Narconon Latinoamérica estamos dedicados a una sola cosa, ayudar a las personas a manejar la condición de la adicción de drogas y alcohol en todo momento.
Fuentes bibliográficas:
1.- Ketamina. TeensHealth
2.- Ketamina y fenciclidina. Manuales MSD
3.- Información y orientación sobre la Ketamina. Infodrogas
4.- Cruz A., Jorge Mario, Giraldo, Carlos Eduardo, Fernández, Edwin Fernando y Tovar, Oscar Eduardo FARMACOLOGÍA Y USO CLÍNICO DE LA KETAMINA. Revista CES Medicina Veterinaria y Zootecnia. 2009;4(1):68-79. [fecha de Consulta 4 de Noviembre de 2021].
5.- Substancia psicotrópica. Instituto Nacional del Cáncer
6.- Los usos terapéuticos de la ketamina. Salud Entre Líneas, revista de publicación española, 07 de octubre de 2020.
7.- Ley General de Salud del Estado Mexicano, última modificación del 14 de octubre de 2021
