Mi Nueva Vida
Soy originario de Costa Rica, a los 17 años por diversas dificultades propias de la edad tuve problemas familiares desencadenándose una profunda depresión. No me sentía bien con mi realidad, no me gustaba estar así y buscaba algo que me hiciera sentir mejor. Un día un amigo me empezó a hablar sobre los supuestos beneficios de la marihuana, tales como que se trata de una substancia natural, que me relajaría y que me haría sentir mucho mejor.
Desafortunadamente todos estos argumentos comunes me convencieron para probar la substancia. La sensación que obtuve fue indescriptible y me gustó por la euforia, todo me daba risa y flotaba. Sin saberlo, aquel día le abrí la puerta al mundo de las adicciones al pasar de un consumo ocasional a uno cotidiano. En poco tiempo, la depresión se acentuó más porque al terminar el efecto de la droga solo aparecía la tristeza y desesperanza de mi realidad, sólo con una dosis adicional lograba callar todas estas emociones que no sabía manejar.
La dependencia se fue apoderando de mí y un día me quise aislar de todos al encerrarme en mi habitación con el único propósito de fumar todo el día. Abandoné los estudios, vendí mis pertenecías y llegué a robar cosas de casa para seguir pagando una dosis adicional. Mi familia, quienes siempre me inculcaron buenos valores, se dieron cuenta de la gravedad del problema en el que estaba metido y a toda costa querían ayudarme, pero no sabían cómo. Imagino el dolor y la desesperación tan grande de mis padres al verme en ese estado sin saber qué hacer.
A pesar de que era evidente el problema que tenía, quería seguir ocultándolo, hasta que un día mi mamá me preguntó y sin poder contener más este secreto le dije que estaba metido en una situación de drogas. Ya no podía ocultar más mi ausentismo escolar, mi bajo rendimiento, mi comportamiento irascible y mis ganas de estar aislado. Aquel día me di cuenta del amor incondicional de una madre al recibir ternura y buenos consejos, fue en ese momento en que por primera vez quise dejar de consumir.
Desafortunadamente me mantuve limpio por un breve tiempo. Después de unos cuantos días el síndrome de abstinencia fue evidente y no puede lidiar con la ansiedad, todo me molestaba, no quería convivir con nadie y sentía mucha apatía para realizar mis actividades, por lo que la recaída fue inevitable.
Mis padres seguían desesperados y un día mi papá le comentó a un tío acerca de mi problema y fue él quien nos comento del Programa de Narconon Latinoamérica. Al informarme más sobre su tecnología, me emocioné al saber que tendría la oportunidad de recibir una desintoxicación real. Fue en ese momento en que decidí viajar a México, afortunadamente conté con el gran apoyo de mi tío quien me acompañó hasta el Centro que está a un par de horas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Al llegar a Narconon sentí un poco de miedo por la incertidumbre que representaba estar en otro país para hacer un proceso de rehabilitación, muchas veces pensé en que debía hacerlo, pero hasta ese momento tuve la valentía para realizarlo. No obstante, mis ganas de estar bien en todos los aspectos de mi vida fueron más grandes que mis temores infundados.
La primera etapa fue la Retirada Libre de Drogas, gracias al staff pude pasar de la mejor manera posible los síntomas de la abstinencia. Fue en ese momento en que me di cuenta de que sólo no hubiera sido posible terminar con mi adicción, ya que un especialista dedicado me acompañó durante todo el tiempo en que duró esta etapa, las técnicas que utilizó y las vitaminas que me proporcionó hicieron la diferencia para que estuviera bien. En pocos días comencé a conciliar el sueño de manera natural y mi alimentación fue mucho mejor.
El siguiente paso fue la Desintoxicación de la Nueva Vida, se trata de una combinación de ejercicio, sudado en calor seco de sauna y un régimen nutricional. Al comenzar me sentía un poco nervioso por desconocer el proceso y, a la vez, emocionado porque había sido la razón por la cual había decidió hacer esta rehabilitación. Del staff siempre recibí un trato muy cálido y en todo momento fueron muy pacientes al explicarme todas mis dudas.
Desde un inicio comencé a notar muchos cambios en el cuerpo y fui sintiendo como poco a poco se iban eliminando las toxinas que por años acumulé. Fue un reto realizar este proceso, pero al final sentí una especie de liberación y mi pensamiento fue mucho más claro; fue una experiencia que jamás olivaré y me siento feliz y satisfecho por haber terminado.
La tercer etapa fueron Los Objetivos, se trata de una serie de ejercicios que me ayudaron a dirigir la atención hacia el entorno presente e inmediato. Al ir avanzando me di cuenta de que me iba convirtiendo en una mejor persona, comencé a sentir plena confianza en mí y aprendí a comunicarme mejor. Gracias a estos procesos sentí que mi vida por fin estaba estable y empecé disfrutar de los pequeños detalles.
El último paso fueron los Cursos de Destrezas para la Vida, mismos que me ayudaron para adquirir nuevas habilidades que hasta el día de hoy pongo en práctica para sortear los vaivenes de la vida y mantenerme lejos de las adicciones. Gracias a estos cursos supe diferenciar el tipo de personas que me rodea para elegir de una mejor manera a mis amistades, es decir, optar por aquellas que aporten un crecimiento y bienestar mutuo.
“Ahora tengo otro punto de vista sobre la vida, me siento una persona más libre, no tengo ataduras y estoy aprovechando cada momento de mi vida, me siento mucho mejor.”
El Programa de Narconon me devolvió a mi familia y tengo una Nueva Vida en todos los aspectos. Definitivamente las ganancias que hoy experimento no hubieran sido posibles de no haber hecho este gran proceso de rehabilitación de drogas.
A unos cuantos meses de haber terminado el Programa de Narconon Latinoamérica me doy cuenta de que en verdad funciona, hoy tengo muchas metas y sueños futuros, mismos que se están materializando con nuevas oportunidades laborales. Mi desenvolvimiento en el aspecto personal es mucho mejor y en términos generales me siento muy feliz por las ganancias obtenidas.
Hoy sigo aprendiendo nuevas cosas y estoy tomando diversos cursos en mi país para poder mejorar mi entorno y, de esta forma, compartir con el mundo un poquito de lo mucho que se me ha dado.
Agradezco al equipo de Narconon Latinoamérica por haberme ayudado a recuperar mi vida.
Esteban, Graduado de Narconon Latinoamérica