METANFETAMINA CRISTAL
Cristal, el viaje directo a la destrucción
El cristal, también conocido como metanfetamina cristalina, es una droga estimulante altamente adictiva que afecta el sistema nervioso central. Se presenta en forma de cristales transparentes o azules y se consume generalmente fumado, inhalado o inyectado. El cristal es una de las drogas más peligrosas y adictivas disponibles en el Mercado, su alta potencia y capacidad adictiva hacen que los consumidores caigan en un ciclo de desesperación y autodestrucción. Destrosa a la persona de manera impresionante, destruyendo su voluntad, cuerpo y mente.
El valor de la Responsabilidad
Cuando tenía 17 años asistí a una fiesta con mis compañeros de la Preparatoria. Uno de ellos me ofreció cristal, yo accedí y en aquel instante mi vida cambió. En un principio me hizo sentir muy bien, sin pensar que años más tarde me atraparía en una adicción que yo pensé no tenía salida. Al cumplir 21 años hice el Programa de Narconon. Cuando regresé a casa me percaté del daño social que había hecho por iniciar a varios jóvenes en ese vicio que sólo te deja un gran vacío. En ese momento tomé responsabilidad por mis actos y decidí ser un miembro del personal de Narconon para tratar de resarcir el daño. Hoy llevo más de 6 años como miembro del personal de Narconon Latinoamérica y en esta gran aventura que disfruto día a día, me acompañan mi esposa y mi pequeño hijo quienes son el motor de mi vida.
Superando el cristal
Después de años de consumo y de pasar por diversos procesos de rehabilitación, llegué a la edad de 38 años atrapado en las garras del cristal. Viví una quimera de bienestar, en la cual, enmascaraba la tristeza, soledad y desesperanza con una de las drogas que me absorbió la vida día a día, dosis tras dosis. Un día me recluí en un hotel para abandonar mi vida y entregársela al cristal. Por fortuna me encontraron y gracias al amor de mi pareja conocí Narconon Latinoamérica y pude liberarme de la adicción a las drogas.
Meth inicios y efectos
El consumo de drogas sintéticas comenzó en Estados Unidos en la década de los 40, y empezó a tener popularidad en la década de los 60 con la aparición del movimiento “hippie”. Su consumo ha aumentado en todos los rangos de edades, y ocupa uno de los primeros lugares entre las drogas disponibles.